Un viejo conocido el año pasado que puede ser observado de nuevo en estos momentos, aún con un aspecto formidable. Presenta una magnitud y una cola muy débiles,  fruto sobre todo de que se encuentra ya a la importante distancia de más de 1.300 millones de km. de nosotros, adentrándose en las profunidades del espacio. Como es un cometa de muy largo periodo, esta será posiblemente la última oportunidad de poder apreciar su bonito aspecto hasta que se pierda para mucho tiempo, quizás para siempre en los confines de nuestro sistema solar.

La imagen es fruto de casi dos horas de integración, con tomas de 300″, y a la máxima resolución de mi equipo (0.8″/pixel)