Retomamos las observaciones después de unas semanas de mal tiempo y problemas técnicos.

Esta imagen corresponde a uno de los cometas más prometedores del año, que quizás nos pueda dar un buen espectáculo y ser visible a simple vista a finales de año (aunque no está nada claro cual será su comportamiento al final). Ahora su aspecto es muy discreto, a unos 600 millones de km. de nosotros.

Al tratarse de un cometa que nunca ha pasado cerca del Sol es posible que tras la evaporación de su escarcha de hielo, que se produce ya a una distancia superior a la de Júpiter, el núcleo resulte ser mucho más pequeño de lo pensado inicialmente, y al final su brillo cerca del perihelio sea mucho menor.