Después de varios años de observar el universo con telescopios de moderada apertura, como el C11, recorriendo cientos y cientos de objetos y decenas de catálogos, ha llegado la hora de observar el cielo con un equipo diferente.
Hace unos días me ha llegado un refractor de 4″, un WO FLT98. Es un triplete apocromático de óptica rusa que en las primeras pruebas que he podido hacer no defrauda en absoluto: star test perfecto, aunsencia completa de defectos cromáticos, construcción realmente sólida y un enfocador impresionante.
Ha llegado la hora de observar grandes campos, y todos esos objetos que he visto con el C11, o el C9.25, situados en el contexto de la zona en la que se encuentran.